Proteína con bajo contenido de aminoácidos, inaportante para el cuerpo y rechazado por el sistema inmune, pues solo hace 200 años se intensificó su consumo (gracias a la revolución industrial) y el organismo lo reconoce como un agente extraño.

Señales de ser intolerante al gluten: Inflamación intestinal, alergias en la piel, migraña, gases, fatiga, desconcentración y dolor en las articulaciones.